En la carrera por la vacuna del Covid-19, el último relevo lo tomamos en el sector del transporte

Las características técnicas de los productos farmacéuticos obligan a mantener el producto dentro de un rango concreto de temperatura tanto durante su transporte como durante su almacenamiento.

En la distribución de productos farmacéuticos, los rangos de temperatura más comunes son:

• +15º+25ºC (temperatura para un producto farmacéutico acabado)
• +2º+8ºC (temperatura habitual para reactivos de diagnóstico, vacunas, etc.)
• El tercer gran rango de temperatura es el congelado.

Los dos primeros rangos son los más habituales y estandarizados, siendo el congelado, el gran desconocido por el público general. La temperatura más habitual cuando hablamos de congelados, es -20ºC, aunque es cierto que hay productos que deben ser transportados a diferentes temperaturas, llegando en algunos casos a -80ºC (como es el caso de una de las vacunas Covid-19) o incluso -180ºC (muestras criogenizadas). En los dos primeros casos es común la utilización de nieve carbónica (hielo seco) como material de acondicionamiento y/o refuerzo de la mercancía. En el tercero se utiliza nitrógeno líquido.

En el caso que nos ocupa de la Vacuna Covid-19, el transporte a -80ºC se presume una tarea bastante compleja, pero no inalcanzable. Esta complejidad no se debe tanto a la posibilidad de mantener la temperatura, si no a la dificultad de encontrar centros logísticos e incluso centros de salud que cuenten con los equipos necesarios (ultracongeladores) para mantener la vacuna en condiciones idóneas.

El reto logístico del transporte de la vacuna: seguridad y control de temperatura

Para conseguir una cadena logística del frío con garantías, el mercado nos ofrece diversos tipos de embalajes, ofreciendo todos ellos excelentes niveles de fiabilidad.

• Embalajes pasivos (aquellos que no necesitan ninguna fuente de creación de energía)
• Embalajes activos (aquellos que cuentan con fuente de creación de energía)
• Embalajes criogénicos (funcionan con nitrógeno líquido)

Como medida de acondicionamiento adicional, es muy común el uso de nieve carbónica o hielo seco. El hielo seco generalmente se usa para acondicionar mercancías a -20ºC aunque puede llegar hasta -80ºC.

Para mantener la cadena de frío con las vacunas de la Covid-19, será imperativa una excelente planificación logística. Además, en el caso extremo de -80ºC e incluso en el de -20ºC, se requerirá un constante seguimiento de los embalajes para poder efectuar reposiciones de material de acondicionamiento como el hielo seco o acumuladores.

No olvidemos también que serán necesarios altos niveles de seguridad frente a actos ilícitos. Ya no es una cuestión de valor económico, que también, sino además del problema de suministro que puede ocasionar y de la dificultad de reemplazar stocks perdidos por estar fuera de los rangos de calidad que se siguen en la industria farmacéutica tan exhaustivamente.

Como ya hemos podido conocer, las especificaciones técnicas de las distintas vacunas pueden llegar a ser muy diferentes y complicadas. Pero lo que sí será constante en todas ellas será una planificación y estudio en profundidad por parte de los encargados de su distribución. Profesionales que, independientemente de la complejidad, asegurarán su óptimo transporte para dar el último paso en la lucha contra el virus.

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